El 17 de octubre pasado, nos embarcamos en un fascinante viaje de la mano de mujeres audaces que han dejado su huella en el mundo tecnológico. Para muchas de nosotras, este universo es un enigma, una caja negra que genera asombrosos beneficios, pero cuya complejidad interna parece reservada sólo para unos pocos afortunados, generalmente hombres, de piel blanca y con títulos universitarios.
Gracias a las inspiradoras historias y experiencias de Silvia Rivela, Paula Nieto y Emilia Méndez, nos adentramos en las tripas del sistema para identificar las brechas, evaluar cómo podemos desafiarlas y reafirmar nuestro papel como mujeres en las disciplinas tecnocientíficas.
Silvia, una de las visionarias detrás de proyectos como «Female Startup Leaders» y «Rivela, Desvelando el ecosistema tech«, subrayó la importancia de tener modelos a seguir en un mundo donde escasean. Su misión es dar visibilidad a mujeres emprendedoras en proyectos tecnológicos escalables, especialmente en el mundo de habla hispana. Resalta dos brechas cruciales que afectan a estas emprendedoras: el idioma y la visibilidad. Su trabajo contribuye al sostenimiento de muchos de estos proyectos.
Entre Paula y Emilia surgieron varias coincidencias, ambas ingenieras especializadas en sistemas electrónicos, con experiencia en grandes corporaciones y la firme necesidad de cuestionar el impacto social de sus trabajos. Ambas emprendieron en el sector tecnocientífico con un enfoque social y transformador.
Paula Nieto, fundadora de «Ingenias«, la primera escuela diseñada para inspirar a jóvenes y adolescentes mujeres a sumergirse en las matemáticas, la ciencia y la tecnología. El reto de “Ingenias” es liderar una revolución científico-tecnológica cuidadosa con todas las personas y con el medio ambiente
Por su parte Emilia es la fundadora de “Tilúa”, una empresa dedicada a la tecnología y domótica para personas con diversidad funcional. Su objetivo es convertir la tecnología en un bien social, ofreciendo soluciones que mejoren la calidad de vida, la autoestima y la tranquilidad de las personas.
Durante nuestra conversación con Paula, exploramos las razones que alejan a las mujeres de las disciplinas STEAM. Analizamos cómo una autopercepción sesgada, arraigada desde una edad temprana, puede llevarnos a creer que «somos malas en mates», lo que nos aparta de cualquier opción relacionada con la ciencia, la tecnología y la ingeniería. El resultado es la creación de productos tecnológicos pensados, diseñados y testados principalmente para hombres, como los sistemas de airbag. Es imperativo que las mujeres estén presentes en estas disciplinas para impulsar una transformación necesaria en la innovación tecnológica y para abordar las necesidades y diferencias de la mitad de la población.
Silvia nos transportó a los primeros pasos del emprendimiento y nos advirtió sobre el peligro de enamorarnos de nuestras ideas, especialmente en estos sectores, en los que identificarse con el imaginario de “la inventora” es más fácil. El peligro está en no escuchar las necesidades reales de nuestros potenciales clientes creyendo que nuestra idea va a resultar una innovación sin precedentes. Silvia nos recordaba la importancia de desapegarse de la idea inicial, escuchar a nuestros clientes para que nuestras creaciones aporten valor real.
Emilia subrayó la importancia de invertir en nuestros proyectos, ser ambiciosas, escalar y cobrar un precio justo por nuestro trabajo. Nos instó a dejar de sentirnos ajenas a las transacciones económicas ya perseguir nuestros sueños con la firme intención de vivir de lo que amamos.
La conversación derivó en el fascinante mundo de la Inteligencia Artificial… pero este tema merece su propio paseo.
Si quieres ver el video completo del encuentro puedes disfrutarlo aquí.